Lo que criticamos es lo que todavía no hemos superado.




Un error que hemos estado cometiendo, y lo digo principalmente por mí (porque si no me estaría contradiciendo), es pensar en el individuo y en la especie como cosas separadas.

De esa manera pensamos en yo y la sociedad como cosas diferentes. Yo vengo a ser el que está por encima de los demás. Yo vengo a ser el ser superior (llamémosle Dios) que habita en mí.

La sociedad son los otros. Los mortales, los que tienen cosas buenas como hablar bien, ser amables, portarse bien, ser educados, ser solidarios, ser compañeros; pero también tienen cosas malas como hablar mal, ser antipático, portarse mal, ser mal educados, no ser solidarios, no ser compañeros.

Primero que nada, el problema que tienen estos términos genéricos es que no refieren a una realidad concreta. La realidad concreta es la que todos pueden observar. Es la que todos pueden observar, si se quiere, al mismo tiempo, en tiempo real, en el cual cada uno puede mostrar su punto de vista a los demás a través del método científico, de la demostración real, de la experimentación en tiempo real.

Esos términos pertenecen exclusivamente al mundo de las ideas, a menos que se pongan en práctica. Para no aburrirlos con lingüistica o semiología, permítanme desarrollarlo de este modo: nadie sabe qué es portarse bien en toda la extensión del término, como no lo sabemos de casi ningún término. Los términos (limitantes) son representaciones abstractas que se aplican a todos los casos más o menos similares ante la percepción del ser humano que conoce el término en cuestión y que aplica el término a una realidad concreta en un momento determinado, clasificador permanente de la realidad concreta que tiene enfrente, según sus experiencias pasadas.

Entonces, portarse bien puede ser cualquier cosa... por ejemplo, una persona le alcanza un plato a otra cuando está cocinando y eso es portarse bien. Sin embargo, si le alcanza el plato cuando no lo necesita y cada 10 segundos puede ser portarse mal, para unos, mientras para otros, por ejemplo, puede ser una interesante forma de humor (muy común en niños y adolescentes). En cierto contexto, portarse bien puede querer decir traer un paquete con droga a tiempo. En otro cotexto, portarse mal puede ser que una mujer le diga a su marido que ya no quiere que él la golpee...

("Portarse" veamos algunas definiciones:
1. Llevar [una persona] una cosa generalmente en la mano o ayudándose con alguna otra parte del cuerpo. 2.Actuar [una persona], en general o en una situación determinada, de la manera que se expresa.
La fuente es el diccionario de google, por favor, la pregunta sobre por qué no consulté el de la Real Academia o alguno por el estilo hallará lugar un poco más adelante. De momento alcance decir que no tiene ninguna relevancia la fuente desde el marco conceptual que estoy abordando.)

Podemos observar que el significado de "portarse bien" o "portarse mal", involucra un sistema de conceptos que depende directamente de otras valoraciones. Depende de qué considere el hablante como bien o mal, dentro de esa complejísima y extensa biblioteca, depende de qué parte del bien y el mal se aplican a la situación concreta que está observando. También depende de qué entienda el hablante por "portar", que entienda (y qué no entienda) por "se" y qué sucede cuando los dos conceptos se unen en una misma palabra.

Entonces, si lo anterior es pertinente, el mundo está siendo juzgado, evaluado, criticado, observado, clasificado... por tantos puntos de vista como seres lo están haciendo. Si coincidimos en que la realidad concreta que estamos observando todos y cada uno de nosotros está compuesta por una inmensa diversidad de puntos de vista, en su inmensísima mayoría desconocidos para cada uno de nosotros, entonces podemos deducir que el significado de las expresiones "portarse bien" y "portarse mal" no son tan obvias como parecen. Tienen algo en común, sin embargo, porque hay contacto entre todos los campos semánticos más próximos, por ejemplo, "ayudar", "conversar", "comprender", "escuchar", son palabras que tienen tanto en común que incluso en algún momento son la misma cosa.

Y ello depende en realidad de la manera en que como especie vamos construyendo la cultura. Depende de cómo ayudemos, cómo conversemos, cómo comprendamos, cómo escuchemos para que las palabras adquieran tal o cual significado.

Volviendo a la idea anterior, los seres humanos, naturalmente parecemos poseer el don de la ciencia, de la filosofía, del arte, del aprendizaje... los bebés se ríen de un gesto tonto que se repite. Los niños se ríen de las situaciones repetidas graciosamente y actúan (cual actores) como otros niños, como los adultos que los rodean, como perritos, como gatos... Los adolescentes van depurando y especificando la actuación, repitiendo comportamientos con muchos objetivos, entre ellos el humor, que es donde se pone de manifiesto. La sociedad (con el individuo incluido) se encarga de hacer que esos comportamientos sean más de una manera que de otras. En general, en las ciudades de la actualidad, se tiende a encauzar el comportamiento de los aprendientes más hacia lo humano y menos hacia otras especies.

Muchos adultos van consolidando una identidad, un ego, una falsa conciencia un sentido común, etc. en base a que han contemplado, analizado y criticado un mundo compuesto por circunstancias cada vez más reiteradas en el correr del tiempo.

Y ha quedado demostrado que lo que es demasiado reiterado, pierde la gracia. Al menos hasta el momento. Y cuando algo pierde la gracia, por lo común se deja de lado y se pasa a cosas nuevas. Lo cotidiano llama poco la atención porque ya es aburrido, es común. Es por eso que en comunidades pequeñas, como en la que vivo ahora, toda pequeña novedad se convierte en una gran novedad.

Este principio parece ser válido al menos provisionalmente también para los estudiantes.

Lo mismo que pasa con un niño y sus juguetes, pasa con la humanidad y su patrimonio cultural. Unos los cuidan para que duren toda la vida y otros lo desechan. Si me preguntan a mí, pienso que tenemos como opción permitir que los objetos y quienes interactúan con ellos decidan el destino de los mismos. Es decir, es lo que está pasando ahora. De esa forma, si alguien considera que algo se tiene que conservar, pues, que lo conserve.

Entonces, cada vez que uno dice "ay, qué horrible, se está deteriorando la plaza y nadie la arregla", uno está criticando lo que no hace uno mismo. Ya sea porque lo delegó, porque considera que no es la obligación de uno, porque hay otros que cobran por hacer ese trabajo y uno no, o por la razón que sea, está criticando algo que uno mismo no está haciendo.

Si es disfrutable, uno lo sigue haciendo por más que nadie lo haga. Por tanto, criticar lo que otro hace en lugar de lo que hace uno, es, en términos generales, tener poco para hacer con la vida de uno, estar aburrido de uno mismo. Y no sólo eso, sino que es estar aburrido de uno mismo y no hacer nada al respecto. Por no saber, por no darse cuenta, por no querer... es la misma cosa, es como aferrarse a una imagen de uno mismo que ya no existe, que quedó en el pasado.

Lo que dicen los estadounidenses para estas personas es "get a life". Los uruguayos dicen "comprate una vida". A los puristas les rechina porque son los que suelen pasar metidos en la vida de otros, porque no saben lo que hacer con su propia vida.

Hay un punto de la libertad individual, en que esa libertad es individual en lo social. Hay un elemento social en cada individuo, como hay algo individual en cada individuo. Esos dos elementos están en permanente tensión y equilibrio, armonía y contraste, y un sinnúmero de relaciones en permanente transformación y cambio, en cada individuo y en la especie.

Como lo dicen muchos, lo único permanente es el cambio. Lo más profundo de nuestros seres está presente en lo permanente, que es el cambio. Cada vez que una especie se resiste al cambio y no se adapta a un mundo cambiante, se entrega al sufrimiento y a una posible extinción. Así como el individuo que no se adapta al cambio sufre y enfrenta la posibilidad de la muerte.

¿Por qué no hace dios algo por los niños del África? ¿Por qué no hace dios algo para evitar el calentamiento global? o bien ¿Por qué no hace algo EEUU por los niños del África? ¿Por qué no hace algo la ONU para evitar el calentamiento global?

La respuesta es la misma: Porque el que pregunta no está haciendo nada por ello. Al menos, no se ha dado cuenta de que no está haciendo nada.

La autoridad no puede hacer nada que los demás no quieran. Si hay unos que quieren y otros no, tienen que poder llegar a un acuerdo. De lo contrario, la decisión de la autoridad se utiliza considerando el mejor escenario posible, aun bajo el riesgo de que una parte del colectivo implicado califique la medida como autoritaria.

Los procesos actuales son procesos democráticos. Y como me dijo una vez la Subdirectora del Liceo de Piriápolis cuando le increpé que no se hacía nada con ciertas cosas que pasaban: "¿Vivís acá adentro vos? ¿Sabés si estamos haciendo algo o no?". Antes de hacer una crítica, conviene que uno se acerque más a los otros para evitar juicios apresurados.

Pasó recientemente en el Liceo de Aiguá que los docentes recibieron un proyecto de mi parte en el que había un análisis FODA, a su entender, con muchas debilidades. Inmediatamente me cuestionaron acerca de qué estaba haciendo y cómo lo estaba haciendo en mi aula... preguntaron y preguntaron, hasta que una respuesta no les convenció... fue un alivio para todos el momento en el que reconocí que no puedo hacer todo, que no me queda otra que interactuar con otros para trabajar en conjunto, aunar esfuerzos si queremos construir algo que tenga verdadera relevancia. Apoyar las iniciativas de otros para que las mías sean apoyadas. Dejar atrás el sufrimiento y la resistencia al cambio. Dejar atrás la crítica de lo que yo mismo no estaba haciendo.

Por eso el título de esta entrada: lo que criticamos es lo que todavía no hemos superado. La especie humana no ha superado muchas cosas, está en proceso. Ya ha quedado más que comprobado luego de dos siglos de educación que los tiempos de aprendizaje los marca el aprendiente. Todo esfuerzo por violentar o forzar el proceso de aprendizaje lleva a la frustración, al desánimo, a la depresión, al abandono. En una próxima entrada estaré analizando este punto en particular.

Tenemos mucho por superar. Qué bueno que no estemos solos, qué bueno que tengamos quienes nos puedan señalar nuestros errores, porque aunque no estemos de acuerdo con una buena parte de lo que nos dicen, siempre hay algo que podemos rescatar para aprender. Lo importante es que la sociedad somos todos.

Comentarios

  1. https://www.youtube.com/watch?v=U2RBTovuzMs Me recuerda a este vídeo pero es claramente distinto. En parte el vídeo me dice hazlo, por que es un publicidad, busca que haga algo, pero la pregunta que me sale cuando leo esto es que quiero hacer?, aun mas importante, me da una pista para eso que quiero hacer, ¿que es eso que me molesta, que es eso que me llena de inquietud cada ves que lo veo, que se me presenta como una contradicción?. Como pienso lograr eso, lo he pensado, lo he intentado y como a salido, podre solo?. Y capas yo agregaría otra pregunta, otra idea que pensar, en ese planteo de libertad, por que lo hago que es lo que gano con eso que es lo que me lleva a definir mi libertad en una accion, que es lo que me obliga a expresar la libertad (ahora mismo estoy pensando en el electron que esencialmente esta en todos lados (es libre) pero cuando es estimulado es obligado a tomar una postura que dependera de su naturaliza (expresa su libertad y al mismo tiempo se presenta como no libre), que es lo que saco, que es lo que aprendo o siento, creo que ese es otro complemento a tomar en cuenta. Para mi ese seria un carácter colectivo que recibís individualmente (hablo de la experiencia y de los sentimientos, las sensaciones) es en ese hacerte parte de la sociedad que se te vuelca en vos mismo.

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  2. Realmente, muchas gracias por tu comentario, Jorge... dice lo que yo fui incapaz de decir... y es por eso que todos nos necesitamos.
    Ambas comparaciones, tanto la del video como la del electrón son a mi criterio muy acertadas en cuanto al tema. Es justamente el modelo de libertad en el que nos movemos y que nos permite continuar creando y recreando la historia y nuestra historia personal.
    Te mando un abrazo! Seguimos en contacto!!!

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